Sam Altman, el cruzado contra el robo... salvo cuando es él quien roba

Publicado el 15 de julio de 2025, 18:06

 

¡Oh, Sam Altman, el caballero andante de Silicon Valley, montado en su corcel digital, blandiendo la espada de la justicia! Está absolutamente FURIOSO, soltando rayos y centellas en X porque Robinhood tuvo la osadía de lanzar unos tokens que usan el sagrado nombre de OpenAI sin su permiso. "¡Es un ultraje, una afrenta, un robo descarado!", clama el CEO, como si alguien hubiera profanado su templo. Pero, espera un segundo, Sam, ¿dónde está esa furia cuando se trata de los artículos que tu empresa lleva años saqueando de periódicos para entrenar a ChatGPT? Porque, vamos a ver, aquí los únicos que no ven la hipocresía son los que están demasiado ocupados aplaudiendo tus discursos sobre "beneficiar a la humanidad".

Esto no es un drama de ayer, amigos. OpenAI lleva AÑOS metiendo la mano en el trabajo de periodistas, investigadores o profesores, chupando artículos de medios grandes y pequeños como si fueran un buffet libre.  Todo para alimentar a ChatGPT, que ahora escupe respuestas rápidas, bien redactadas y con pinta de verdad, haciendo que los lectores dejen de lado a los medios y corran a preguntarle a la IA. ¿Y quiénes pagan el precio? Los medios independientes, esos que no tienen un gran grupo editorial detrás ni los recursos para pelear en los tribunales. Mientras OpenAI firma acuerdos con gigantes como Associated Press, Axel Springer o Le Monde, pagándoles por sus contenidos, los pequeños medios se mueren de hambre, cerrando redacciones y dejando a periodistas en el paro. 

Y no es que no haya pruebas, Sam. Las demandas están apiladas en los tribunales. Esto no empezó ayer; lleva años, y gracias a esos robos, ChatGPT es hoy el niño prodigio que responde en segundos lo que a un periodista le tomaría horas investigar. Los lectores, deslumbrados por la velocidad y el brillo de tu IA, están abandonando a los medios, especialmente a los independientes, que no pueden competir con una máquina que usa su trabajo sin pagar un céntimo. ¿Y qué dice Altman? Nada. Silencio absoluto. Pero cuando Robinhood toca su preciosa marca, ahí sí que salta, gritando que es un abuso. Sam, a ética parece ser un traje que te pones solo cuando te interesa. 

En FakeTechFeed, nosotros, periodistas desempleados y otros a punto de perder el empleo, que hemos visto nuestras carreras trituradas por tu "revolución tecnológica", no nos vamos a callar. Mientras tú apuntas a Robinhood con un dedo acusador, nosotros te señalamos con los dos: tu empresa se ha construido sobre el trabajo robado de quienes ahora no tenemos trabajo.

Los medios independientes, los que dan voz a las comunidades, los que investigan sin el respaldo de un conglomerado, son los que más sufren. Y no, no nos vengas con que has firmado acuerdos con los grandes, porque eso solo demuestra que sabes pagar... cuando quieres. ¿Y los pequeños? ¿Esos no merecen ni una migaja de tu imperio de IA?

Esto es un culebrón tecnológico, y tú, Sam, no eres el héroe. Eres el tipo que se queja de que le roben la cartera mientras tiene los bolsillos llenos de lo que ha mangado a otros. En FakeTechFeed, seguiremos gritando esta verdad con todo el sarcasmo que nos queda después de perder nuestros trabajos. ¡Que alguien le pase un espejo a Altman, porque este circo de la hipocresía ya no da para más! 

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