Tú no sabes lo que es jugarte el nombre con cada palabra.
Tú no sabes lo que pesa una verdad escrita a las tres de la mañana.
Ni lo que se siente al pulsar publicar con el corazón en la garganta.
No estuviste allí cuando alguien nos contó una historía
No hiciste guardia bajo la lluvia y el frió para contrastar un dato.
No recibiste una amenaza por contar lo que nadie quería leer.
No te despidieron por decir la verdad.
Tú no estuviste allí.
Ni en la redacción vacía con olor a café frío.
Ni en la entrevista que cambió tu vida.
Ni en el titular que te dejó sin dormir.
Tú no escribes. Tú calculas.
No sabes lo que es dudar.
No sabes lo que es fallar.
No sabes lo que es acertar y aún así tener miedo.
A ti no te tiembla el pulso. Porque tú no tienes pulso.
Nos llamas creadores de contenido.
Pero no creamos contenido. Creamos memoria.
Creamos contexto. Creamos responsabilidad.
Tú lees todo. Pero no entiendes nada.
Porque lo que sabemos no está en los datos.
Está en lo vivido. En lo sufrido. En lo escrito con rabia, con amor, con fe.
Una IA no se levanta al día siguiente sabiendo que alguien le creyó.
O que alguien la odia. O que alguien la necesita.
Nosotros sí.
Y por eso seguimos escribiendo.
Aunque nos copien. Aunque nos roben. Aunque nos ignoren.
Porque lo nuestro no es una tecnología.
Es una forma de estar en el mundo.
Una forma de resistir.
Una forma de contar lo que otros quieren callar.
Tú puedes generar texto.
Pero no puedes contar historias.
Porque tú no tienes ninguna.

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Comentarios
Cuánta razón! El sobre el sentir que nos hace escribir todas las experiencias vividas y expresarlas como una identidad propia y no general :)
Totalmente de acuerdo